Guillermo Villegas Herrera

Había pensado muchas veces, como volver a escribir en el blog, después de un problema técnico que hemos tenido.

Había pensado explicar el por qué de este fallo, pero que mas da.

Tenía previsto felicitar a todos los que no he podido en este casi mes que hemos estado ausentes; Bruno, Nerea, Tito Eduardo, los Migueles, mi mujer Trini, los Franciscos y Franciscas y alguno que seguro que se me pasa, pero aunque aprovecho para felicitarlos y con todo respeto, esto no es lo importante.

Sin duda la noticia familiar de este momento no es tan agradable como las celebraciones anteriores,º ni tan insignificante como los problemas informáticos, la noticia es la enfermedad de Guillermo Villegas Herrera.

Guillermo, para algunos Guille para otros yiyi, después de sentirse mal durante uno de sus habituales entrenamientos, fue al medico y se le diagnosticó un problema alrededor del corazón donde se detectaba una masa que no tenía ni debía estar allí.

Imagen que puso Guille el martes en su muro de Facebook desde el hospital.

Tras numerosas pruebas y por falta de diagnostico, se decidió trasladarlo al Hospital Ramón y Cajal de Madrid, donde trabaja Alex, y después de repetir varias pruebas, se decide que lo mejor es operar para intentar extirparlo.

Esta operación se realizó el pasado miércoles 3 de octubre. Estuvo en estado crítico (muy grave) durante todo ese día y el día siguiente, pero gracias a Dios y a la tremenda fortaleza de nuestro Guille, pasó esas horas y en la actualidad está estable. Lo que han pasado sus padres, mujer y hermanos en esos días, no se puede describir con palabras. 

Afortunadamente como os digo ahora está estable (dentro de la gravedad) y esperando el resultado de la biopsia que aclare la composición de esa masa y así poder actuar sobre ella.

Este fin de semana algunos miembros de nuestra familia (Jose, Trini y yo mismo) hemos estado en Madrid visitándolos  Hemos podido ver a nuestro primo, darle un beso y comentarle que no está solo, que tiene una familia detrás que lo quiere y que está con él, intentando ser tan fuerte como él lo está siendo. El está sedado pero, como dice Alex, no nos escucha pero si nos siente. Os puedo asegurar que, aunque parezca una barbaridad, este fin de semana ha sido una de las experiencias mas enriquecedoras de mi vida. Ver el sábado cuando llegamos, a esa familia rota, cansada, desolada pero dándonos animo a los que veníamos  en teoría a eso, a animar. Esa gran familia Villegas Herrera que no se habían separado de al UCI ni un momento. Ese tito Juan, que todos sabemos lo sensible que es, y como estaba al pie del cañón (soltando sus lagrimillas de vez en cuando) pero entero. Esa madre, la tita Laurita, pendiente de todos los que estábamos allí, que si has comido, que si quieres un café, etc. todo eso menos cuando se nos despistaba y se iba a la capilla a hablar con Dios y, como ella dice, a desahogarse donde solo Dios la ve. Ese Sergio que parece frágil pero os puedo asegurar que es fuerte, fuerte, contando sus experiencias cuando entra a ver a su hermano pequeño que me ponía los pelos como escarpias  Ese Alex, uf hablar de Alex es hablar del amor a un hermano, a su familia, amor a una profesión y amor en general. No os podéis imaginar, en un hospital en el que hay 2.000 habitaciones, como lo conocen sus compañeros y como lo quieren NO OS PODÉIS IMAGINAR. Ese Alex que está cuidando de su hermano a la vez que de sus padres, sus cuñadas y su otro hermano. No puedo seguir escribiendo porque no acabaría de alabar a este primo que tenemos la suerte de tener. Esa Bea, que yo creo que lleva sin comer toda la semana y que tiene la preocupación de que se tiene que volver a Granada el jueves a trabajar porque no tiene mas días libres. Raquel, que llegó el sábado por la mañana y no se apartó de allí ni un minuto todo el día y toda la noche, que es la que me ha estado informando en estos duros días por lo que le estoy enormemente agradecido y que ha estado sufriendo en la distancia la enfermedad de su cuñado.

En fin una mezcla de sensaciones un tanto contradictorias pero con una gran carga de emociones que ojalá nunca hubiera tenido que vivir pero que no me arrepiento haber vivido.

He hablado con el tito Juan sobre las 20:30 horas y me ha confirmado que sigue bien y a la espera de noticias, que ha abierto un poco los ojos y que continua estable que es lo importante.

Todos los días intentaré comunicaros su estado por este medio o por lo menos cuando tenga novedades. 

A todos nosotros solo nos queda rezar y transmitirles nuestra fuerza y cariño que no tengo duda que lo vamos a hacer.